La autodisciplina es uno de los caminos más seguros hacia la consecución de nuestras metas. Consiste en seguir las normas que hemos establecido, independientemente de si nos apetece seguirlas o no; esto es: venciendo la procrastinación.
“Autodisciplina” es una de esas palabras que llevan consigo una connotación negativa. También es popularmente conocida como “fuerza de voluntad“. Se asocia a sacrificio; a dejar de hacer algo placentero para hacer algo “conveniente” y, desde luego, suena como algo difícil de mantener en el tiempo.
La disciplina es el puente entre metas y logros. Jim Rohn
Cuando emprendemos el camino hacia una meta, nuestras fuerzas suelen estar íntegras. Tenemos ese entusiasmo que alimenta la motivación inicial y nos da el empuje para salir andando.
Pero, paso tras paso, llega el desgaste y, si no echamos mano de la autodisciplina, corremos el riesgo de abandonar antes de llegar a la meta. Y es aquí donde tenemos que percibir la autodisciplina como algo positivo (o no tan negativo).
Pues bien, aquí van algunas sugerencias para sentirnos más cómodos con la susodicha autodisciplina:
1) Cambiar nuestra actitud ante la disciplina.
Es decir, en lugar de ver la obligación como un sacrificio o un engorro, darle el carácter de reto, por ejemplo.
¿Y lo bien que nos sentimos cuando hemos cumplido con el trabajo? Esa sensación nos hará sentir satisfechos con nosotros mismos y añadirá fondos a nuestra hucha de motivación.
2) Hacer de la autodisciplina un proceso gradual.
Es lógico. No nos podemos levantar un día cualquiera y encorsetarnos en un horario criminal, cuando antes era muy flexible. Por lo tanto, iremos incorporando las tareas o compromisos a nuestra agenda de manera progresiva, siempre que se pueda.
3) Compromiso.
Lucharemos por nuestras metas cada día haciendo lo que esté en nuestra mano. Si esa frase es vista como una promesa hecha a nosotros mismos que hay que cumplir, nos dará la energía necesaria para trabajar.
Por cierto, hablamos de energía y no de una presión agobiante. Una cosa es ser leal a uno mismo y otra es imponerse un nivel de autoexigencia excesivo.
Para conseguir la autodisciplina que necesitamos sólo hay que tomar pequeñas decisiones hoy. Mañana será otro día en el que los pequeños pasos que demos se sumarán a los que llevamos… Y así, a fuerza de vencer pequeños y continuos retos, llegaremos a nuestro objetivo.
Si deseas vivir tu vida al máximo y lograr tus metas, la auto disciplina es esencial. Aprender cómo controlar tus impulsos y tomar decisiones firmes es una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo. La auto disciplina puede darte la vida que siempre quisiste.
Los 5 consejos fundamentales para mejorar tu auto disciplina tienen que ver con el respeto y el amor a ti mismo y son:
- Respeta tu cuerpo.
- Alimenta tu mente con información positiva y cautivante.
- Respeta tu parte espiritual.
- Respeta tu salud física.
- Respeta tu tiempo.
Al aplicar estos principios consistentemente comenzarás a notar que poco a poco te cuesta menos esfuerzo vivirlos y en menos de 90 días podrás convertirlos en hábitos fundamentales en tu vida.
Cuéntame, ¿En qué áreas no estás aplicando auto disciplina aún?
Fuente: Tus Buenos Momentos (http://tusbuenosmomentos.com/)
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